La intervención asistida con perros y su aplicación de la atención a la diversidad en el ámbito educativo

La primera vez que se tiene constancia de la utilización de animales para fines terapéuticos fue en Inglaterra en el Asilo de York, donde William Tuke, pionero en el tratamiento de enfermos mentales a través de métodos no aversivos, intuyó que los animales podían beneficiar a éstos, aprendiendo autocontrol mediante refuerzo positivo. Desde entonces, muchos han sido los que han podido constatar la contribución de los animales en el bienestar físico y psíquico de las personas, en definitiva en la salud y muchos los que han querido utilizar al perro, por la buena disposición al aprendizaje de éste y el estrecho vínculo generado entre nosotros desde tiempos inmemoriales en la recuperación de enfermedades, surgiendo lo que hoy conocemos como “Intervención Asistida por Perros” y “Terapia Asistida”.

A lo largo de este trabajo trataremos de dar ciertas cuestiones, siendo los objetivos principales de esta exposición:

  • Conceptualizar la intervención asistida con perros y dentro de ésta, la terapia y la educación asistidas.
  • Determinar las características que debe tener un buen perro de intervención.
  • Esclarecer las bases del adiestramiento del perro de terapia e intervención.
  • Clarificar las áreas de intervención preferente en este tipo de actuaciones.
  • Profundizar en el ámbito educativo a través de una experiencia piloto llevada a cabo en un instituto de secundaria.
  • Atender a los posibles riesgos de este tipo de intervenciones para poder prevenirlos.

Autor:
Inmaculada Noguera Martínez