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Ed. 32. Vol. 8 N.º 4. Diciembre 2019-Marzo 2020
DOI: http://doi.org/10.17993/3ctecno/2019.v8n4e32.33-41
¿QUÉ MOTIVOS AVALAN OPTAR POR “SER EL MÁS
INNOVADOR”?
¿QUÉ DIFICULTADES TENDREMOS QUE SUPERAR
PARA CONSEGUIRLO?
Relación directa entre innovación y resultados nancieros.
El mercado exige innovación, productos y procesos
mejorados, y respuestas a sus problemas.
Las nuevas tecnologías facilitan el acceso a la innovación
y por tanto, a la mejora.
Los mercados son más competitivos y los productos
tienden a no diferenciarse.
Ayuda a mejorar la eciencia reduciendo costes a largo
plazo.
Presión por los resultados a corto plazo.
La innovación requiere un cambio en la cultura de la
organización.
La solución de los problemas diarios no permite innovar.
Innovar implica tiempo y recursos.
No existe certeza absoluta sobre las necesidades del
mercado.
Falta de formación.
Necesidad de liderazgo proactivo.
Para “ser el más innovador” es fundamental unir la innovación con la estrategia empresarial y ello
signica organizar, dirigir y coordinar los recursos humanos y económicos, con el n de generar nuevos
conocimientos e ideas que permitan obtener nuevos y/o mejores productos, procesos y servicios.
Si bien es cierto que se considera que los recursos económicos son importantes y necesarios, los factores
críticos dependerán sobretodo de los recursos humanos. Concretamente, es fundamental trabajar 3
aspectos asociados a los recursos humanos:
Figura 1. Pilares fundamentales de éxito en la estrategia de innovación.
Es fundamental que el líder crea en
la innovación como factor clave de
la competitividad, y que éste consiga
transmitir la necesidad e importancia de
innovar.
Aspectos como la motivación
del personal, la orientación y la
capacidad de afrontar cambios son
fundamentales.
Las empresas con culturas innovadoras
tienden a reforzar, incentivar y
reconocer los comportamientos
innovadores del personal interno. A su
vez, las acciones innovadoras de éstos
tienden a reforzar la cultura innovadora.
Se pretende que el máximo número de
ideas existentes en las organizaciones
puedan traducirse en innovaciones
reales.
Las estructuras menos jerárquicas
conceden mayor libertad de acción
y de decisión a las personas, por
tanto suelen ser más adecuadas para
innovar.
Funcionan bien las estructuras cuya
razón de ser es la innovación o el
trabajo por proyectos.
Se trabaja con equipos
pluridisciplinares de expertos.