Ed. 30 Vol. 8 N.º 3 Septiembre-Diciembre 2019
DOI: http://dx.doi.org/10.17993/3ctic.2019.83.82-107
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del jugador y el cálculo inmediato, esto incrementa el poder de superación en su mente; en este caso el
aprendizaje por resolución de problemas es rápido, conciso, reexivo y meta cognitivo como en otras
evidencias también se ha atestiguado (Carlson, Harris y Harris, 2017; Çelik, 2017; De Castell, Larios
y Jenson, 2017; Del Moral, Guzmán y Fernández, 2018; Ortiz-Colón, Jordán y Agredal, 2018; Wong,
2018), estos resultados contrastados con otros planteamientos (D´Amore y Fandiño, 2013; D´Amore y
Fandiño, 2006; Flores y Rico, 2015), permiten asumir que el juego logra benecios en la maduración
cognitiva, a comparación a lo que ocurrió con sujetos menores a 10 años, por lo que la gamicación por
videojuegos pudo desarrollar el aprendizaje matemático, y disipar ciertas inuencias sociales y familiares
que surgen en aprendices en vulnerabilidad (Carrillo, et al., 2018; Chib, Bentley y Wardoyo, 2019; Salas,
2018; Vendliski, et al., 2011).
En función de lo examinado es concluyente mencionar que la maduración cognitiva en los sujetos
de ocho a nueve años de edad, es mejor para la resolución de problemas, en cierta medida, quienes
inuenciados por estrategias de gamicación acompañantes desde el videojuego Asphalt 8 Airborne, el
cual activa la búsqueda de reacción inmediata para la consecución de cantidades (puntajes e insignias),
lo cual viabilizó que los niños aprendieran a resolver problemas si aprendían a resolver operaciones más
efectivas en su periodo de practica con mucha anticipación.
De acuerdo a los hallazgos realizados en la variable razonamiento matemático (experimento C), se
encontraron diferencias que corroboraron la mejora en las habilidades de dicho razonamiento. Al
iniciar la experimentación a través del videojuego Plants & Zombies, los estudiantes de cuarto grado,
presentaron en la medición pretest el promedio que les ubicó en el rango de inicio, y al nalizar, en
proceso; sin embargo, las diferencias encontradas sustentaron la mejora en el grupo. Al terminar la
experimentación, los sujetos se caracterizaron por reconocer posiciones en cantidades numéricas,
secuencias, identicar ubicación de números resultantes de operaciones (ecuaciones de primer grado),
y comprender números decimales representativos de cantidades (objetos), desarrollaron capacidades
de comparación, análisis y discriminación en ejercicios de razonamiento; ante esto, algunas evidencias
se asemejan, aunque del no del todo, permiten conrmar que el saber previo es importante como un
apoyo en el razonamiento (Ayal, et al., 2015; Lubis y Nasution, 2017; Higgins, et al., 2016), por otro
lado, lo que corroboraron los resultados fue que los estudiantes necesitan de estrategias de supervisión y
meta evaluación como lo sugieren otros planteamientos y resultados (Feurstein en Alpízar, 2016; Hung,