Ed. 29 Vol. 8 N.º 2 Junio - Septiembre 2019
DOI: http://dx.doi.org/10.17993/3ctic.2019.82.12-27
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Cantón (2000: 451), “Lo que añadirá valor a una persona es su capacidad para introducir una
mejora en el producto o en el servicio, su capacidad de aprender de las innovaciones de otros, y
su capacidad de adaptación a situaciones imprevisibles”. Ante este panorama, se hace necesario
la búsqueda de nuevos escenarios de aprendizaje y de nuevos mecanismos de distribución de
contenidos. Contemplar las competencias digitales de los estudiantes como vector de impacto en
el diseño de la experiencia digital es un elemento clave para evitar una brecha que puede no ser
percibida inicialmente (Gisbert y Esteve, 2011: 49).
Este nuevo enfoque educativo exige, asimismo, un cambio de rol del docente, que se convierte en
un curador o gestor de contenidos, creando, pero, ante todo, seleccionando y organizando todo tipo
de material en red (Mena, 2014: 3). Dado que la integración curricular de las TIC es una cuestión
pedagógica y no sólo técnica, la disponibilidad de materiales y la formación del profesorado son
condiciones decisivas para hacer posible su integración. Sin embargo, la elaboración de materiales
educativos es un proceso complejo que implica, por un lado, el diseño de materiales informáticos
y, por otro, la elaboración de materiales educativos. Como observan O’Farrill y Tunis (2008: 61),
“por una parte tendremos que utilizar y desarrollar el conjunto de técnicas y recursos propios de la
informática (recursos de navegación, enlaces internos y externos, iconos, scripts, multimedias, etc.);
y por la otra incorporamos los elementos o dimensiones propias de todo material destinado a la
enseñanza y el aprendizaje: objetivos, actividades, contenidos, etcétera”. Estos materiales didácticos
son gestionados por el profesorado en función de sus competencias, para lo cual la formación y
actualización del mismo es una cuestión de enorme relevancia (Livingstone, 2012: 18).
Dado que la integración curricular de las TIC es una cuestión pedagógica y no sólo técnica, la
disponibilidad de materiales y la formación del profesorado son condiciones decisivas para hacer
posible su integración.
El diseño de los materiales didácticos con nes educativos exige que se elaboren o se seleccionen
para ser usados en una actividad educativa mediada por las TIC, debiendo cumplir con los criterios
derivados de la didáctica, tales como la interactividad, la motivación, la creatividad, la colaboración
y la representación del conocimiento (García-Valcárcel, 2016). En este sentido, las herramientas
de autor pueden considerarse un nuevo tipo de software cuyo objetivo es facilitar la creación,