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3C Empresa. Investigación y pensamiento crítico. ISSN: 2254-3376
de integración son “Falta de implicación de la alta dirección” y “Falta de motivación de los empleados”.
Obtenido la aprobación y el compromiso de la alta dirección y de los trabajadores, se procederá
a seleccionar a un grupo de empleados que serán los encargados de llevar a cabo el proceso de
integración, guiados por un representante de la dirección (Oliveira, 2013; Tamayo-García, 2015).
Una vez establecido el personal responsable que realizará el proceso de integración, se procederá a
la realización de un diagnóstico inicial donde se determinará la situación actual de la organización,
así como se identicará aquellos aspectos comunes que tienen los sistemas y aquellos aspectos que
pueden condicionar la integración. Para ello, se puede considerar como herramienta de gestión
un análisis DAFO (análisis de las Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades), así como
encuestas, entrevistas, revisiones documentales y observaciones de los procesos (Reyes, 2000;
AENOR, 2005; Oliveira, 2013; Tamayo-García, 2015).
Con el análisis nalizado, se procederá a detallar un plan de integración que sirva para ejecutar
ecazmente y de forma controlada la integración de los sistemas (AENOR, 2005), el cual consistirá
en: denir el alcance del sistema, el grado de integración, la documentación necesaria, el método
de gestión y el mantenimiento del sistema (Reyes, 2000; Peña-Escobio et al., 2011), establecer la
política organizacional (Garza González, 2006; Peña-Escobio et al., 2011; Tamayo-García, 2015),
los objetivos (Karapetrovic & Willborn, 1998; AENOR, 2005; Garza González, 2006; Peña-Escobio
et al., 2011; Tamayo-García, 2015), las metas (AENOR, 2005; Peña-Escobio et al., 2011; Tamayo-
García, 2015), los procesos y/o responsabilidades que el personal responsable debe realizar y los
requisitos legales y reglamentarios aplicables (Reyes, 2000; AENOR, 2005; Garza González, 2006;
Tamayo-García, 2015), así como su orden de precedencia en el tiempo, los recursos necesarios
(humanos, materiales y económicos) y sus plazos estimados (Reyes, 2000; Tamayo-García, 2015).
Para ello, se puede emplear técnicas como trabajo en grupo, tormenta de ideas y diagrama de ujo.