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Ed. 27. Vol.7 Nº 4. Diciembre’18 - Marzo’19
DOI: http://dx.doi.org/10.17993/3ctic.2018.62.30-59
1. INTRODUCCIÓN
Puede documentarse que el algoritmo de Booth (Booth, 1951) es extrapolable a otros contexto
algebraicos, ya sea por ejemplo un contexto aditivo (Ayuso 2015, pp. 113-119), tanto modular o no
(Ayuso 2015, pp. 222-229), llevarse en ese mismo contexto a mundo físico (Ayuso 2017, pp. 1-9), al
margen del consabido ámbito donde fue denido en primera instancia (Ayuso 2015, pp. 255-221),
a la vez que también puede perfectamente adaptarse a un grupo multiplicativo (Ayuso 2017, pp.
1-12); es más, incluso trabajar en una dimensión diferente a la utilizada en el algoritmo original
(Ayuso 2018, pp. 10-35). Igualmente se puede consultar la adaptabilidad del concepto expuesto
por Karatsuba (Karatsuba, 1962) nuevamente a un entorno aditivo (Ayuso 2018, pp. 10-21), como
a la operación denida sobre ese referenciado grupo multiplicativo (Ayuso 2018, pp. 13-20). Por
otra parte, esa versatilidad de los conceptos posibilita su uso en operaciones muy dispares a la de
multiplicación (Ayuso 2016, pp. 28-41), que, como ya se ha mencionado, fue la empleada nativamente
por los autores; amén de explotar su rendimiento utilizando un concepto representacional más
óptimo (Ayuso 2016, pp. 33-43), o hasta el extremo de simultanear su aplicabilidad dentro de la
misma operación (Ayuso 2017, pp. 19-26) a distintos operandos.
Lo cierto es que el gran potencial de estos algoritmos guarda cierto vínculo, pues tanto en el caso
de la idea de Booth como la de Karatsuba acababan ahorrando coste computacional (Turing 1937,
pp. 230-265), o disminuyendo orden de complejidad, apoyándose en las operaciones que a su vez
componen a la operación que buscaban calcular de una forma más óptima. Es decir, eran capaz
de proyectarse contra el mismo elemento algebraico de la transformación que se estaba realizando,
pero usando atajos dentro de la estructura algebraica facilitados por las propias relaciones de las
operaciones que denen a la operación compuesta del contexto en que se estuviera trabajando.
Por existir ese vínculo conceptual entre ambos y por el hecho de que a toda estructura algebraica a la
que se puede adaptar uno también se puede adaptar el otro, se llega a derivar que ambos algoritmos
se tocan en un punto: acaban hiriéndose el uno al otro, confundiéndose o complementándose,
haciendo prácticamente indistinguible si se trata de lo primero o de lo segundo. En el presente
artículo se va a tratar de exponer ese punto de encuentro entre los dos algoritmos, ofreciendo una
solución hardware para el cómputo de adiciones y sustracciones entre números enteros. En el fondo,
básicamente se tratará una hibridación de lo expuesto en Ayuso 2017, pp. 1-9 y lo que se postula
en Ayuso 2018, pp. 10-21. Pero como adelantamos, con el actual enfoque, mirados como un todo
donde esa línea que los separa se vuelve na y difusa.