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Ed. 35. Vol.7 Nº 3. Agosto-Noviembre 2018
DOI: http://dx.doi.org/10.17993/3cemp.2018.070335.10-27/
1. INTRODUCCIÓN
Uno de los propósitos de las organizaciones para ser exitosas y competitivas dentro del mercado
donde se desempeñan es el aprovechamiento de la máxima capacidad laboral de sus empleados (alto
rendimiento laboral), entre tanto la motivación de sus trabajadores debe ser uno de los aspectos de
mayor atención para la operacionalidad de una actividad productiva. De ello depende la actitud
laboral y la gran capacidad de asegurar la productividad con eciencia y calidad.
En términos generales, se puede entender que la motivación es la fuerza que produce en el individuo
la acción colaborativa y participativa. En virtud de ello, se debe considerar lo relevante de tomar
en cuenta algunos aspectos que inuyen como incentivo en la actitud proactiva de los trabajadores.
La realidad observada entre los empleados de la Universidad Católica de Cuenca, Extensión Cañar
permitió conocer que gran parte de ellos están desmotivados, lo que resulta una preocupación
respecto a la calidad en el trabajo a ejecutar.
En relación a lo antes expuesto, surge la necesidad de realizar una investigación, que ha procurado
proponer un sistema de líneas de acciones para fomentar la motivación mediante estrategias que
generen a los trabajadores una mejor actitud laboral y la disposición de desempeñarse para generar
mayores niveles de productividad y eciencia.
2. LA MOTIVACIÓN
Lévy Leboyer (2001), reere que la motivación “es un concepto muy multidimensional, ya que
apela a las nociones de dirección (el objetivo), de intensidad (el grado de esfuerzo) y de duración (la
continuidad del esfuerzo)”. Por ello, al hablar de un empleado motivado, debemos necesariamente
hablar de un empleado que cumplirá sus funciones con calidad, prestando a su vez un servicio de
excelencia a todos los usuarios y usuarias, aumentando la calidad en la prestación de servicios, y
demostrando de esta manera la responsabilidad en su trabajo.
Para Manville (2004), el principal activo de una Empresa moderna no está formado por los
edicios, la maquinaria y los bienes inmuebles que posee, sino por la inteligencia, la comprensión,
las habilidades y la experiencia de sus empleados”. Por lo tanto, un empleado motivado es un
factor determinante para el logro de las metas de la empresa y los niveles de excelencia que desee
alcanzar. Es decir, que el desarrollo y adelanto de una empresa o institución no está especícamente
en lo material que tenga la misma, sino más bien se encuentra localizada en sus empleados, en la
capacidad de desarrollar sus actividades y la eciencia con la que lo realizan.