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Ed. 25. Vol.7 Nº 2. Junio-Septiembre 2018
DOI: http://dx.doi.org/10.17993/3ctic.2018.60.68-89/
Piedra (2016, p.11) arma lo siguiente:
“A pesar de que existen cientos de condicionantes escolares para lograr una total inclusión, esta tarea es tan
complicada como necesaria. Por eso, es la escuela uno de los medios más importantes para potenciar esta inclusión,
ya que son las nuevas generaciones las encargadas de cambiar una sociedad, en muchos casos, maltratada por
los adultos.”
La inclusión e integración escolar se hacen soporte de la enseñanza e instrucción diferenciada y los
docentes serán los encargados de desarrollar dichas encomiendas. Entonces, los docentes de música
poseen una doble y variada función en la práctica de la docencia musical.
Carrera (2014, p. 2) arma lo siguiente:
“La educación musical desde edades tempranas en niños con alguna necesidad especíca de aprendizaje, añade
un aporte positivo al desarrollo de la inteligencia, las habilidades como pueden ser: la paciencia, la coordinación,
el trabajo en equipo o la capacidad de concentrarse, así como habilidades de comunicación y expresión.”
Es decir, que deben estar alertas tanto padres, docentes, psicólogos, pediatras, trabajadores sociales
entre otros, de los síntomas presentados por dichos niños en la temprana edad. Por consiguiente, los
docentes de educación musical deben conocer cada uno de los síntomas de cada condición.
McGrath (2014, p.7) expresa que:
“Cada estudiante es único. Algunos niños con trastorno espectro autista son capaces de completar casi todas las
partes del currículo. Otros, muy considerablemente las presentan como retos académicos, pero son musicalmente
talentosos. Si este es el caso, se debe esperar del estudiante que conozca como es el currículo para escuchar y
ejecutar la música más, sin embargo, no para la teoría ni la historia. Algunos estudiantes con algunas formas
más severas de autismo deben estar trabajando exclusivamente en cuanto a su entorno social o metas de vida, y no
seguir lo que expone el currículo de ninguna asignatura.”
Entonces, basados en lo que expone McGrath (2014, p.7) no necesariamente se debe seguir el
currículo académico y teórico para aplicarse a este tipo de población estudiantil con diversidad
de condiciones especiales en la clase de música. Pues, cuando un estudiante posee habilidades
musicales, e intereses personales que van desarrollados a su entorno social y metas de vida, lo más
importante será lograr ese aprendizaje musical exitoso.