La intoxicación por monóxido de carbono es la intoxicación más frecuente en nuestro medio como consecuencia de la exposición a gases tóxicos. La incidencia es mayor en épocas invernales y afecta tanto a hombres como a mujeres independientemente de la edad. Principalmente ocurre en accidentes domésticos en relación como combustión incompleta en estufas, calentadores, calderas o braseros, debido a un déficit parcial de O2 en el proceso de combustión. Una causa también, frecuente se debe a la inhalación de humo de incendio, siendo la intoxicación por monóxido de carbono (CO) y por cianuro las principales causas de muerte en estos casos. Otras intoxicaciones están en relación con la inhalación de gases de combustión de motores de explosión de coches, motos, barcos, compresores neumáticos y generadores eléctricos. Finalmente también se han descrito intoxicaciones en el medio laboral, representado en algunos estudios hasta un 10% de los casos.
El Sistema de Toxicovigilancia de la Sección de Toxicología Clínica de la Asociación Española, en el que participan 15 hospitales de diversas comunidades autónomas, ha comunicado entre 2004 y 2008 unas cifras medias anuales de 175 intoxicaciones por CO y 3 casos mortales entre los que llegaron vivos al hospital. A partir de estos datos se pueden estimar que en nuestro país se producen cada año alrededor de 2.000 casos de intoxicación por CO, con una tasa de mortalidad aproximada del 4%. Se estima que el CO puede ser responsable de más de la mitad de las intoxicaciones letales en todo el mundo y se sospecha una casuística más elevada de casos leves, que producen un cuadro clínico menor y que frecuentemente no se diagnostican (5).
Autores:
Miguel Ángel Martínez-Sánchez
María Dulce González Navarro