La pancreatitis aguda consiste en una reacción inflamatoria brusca del páncreas, debido a la activación, liberación intersticial y autodigestión de dicho órgano por sus propias enzimas (1). Supone una de las patologías más frecuentes del páncreas, representando unas cifras de incidencia de 5 – 80 casos por cada 1000 habitantes/año (2), presentando un aumento en su incidencia en las últimas décadas (3). La mortalidad media de la pancreatitis en todas sus formas (leve o grave) es del 10% – 15% (4). Respecto a la clínica, la pancreatitis aguda presenta distinta variabilidad en cuanto al cuadro de signos y síntomas, motivado en parte a que ese proceso inflamatorio se extiende, con gran frecuencia, hacia zonas circundantes dando lugar al compromiso de órganos vecinos (5), hasta tal punto que se considera como una de las enfermedades más severas de todas las que pueden desarrollarse a nivel de las vísceras abdominales (6). La gravedad de la pancreatitis aguda radica en que, en sus casos más avanzados, puede producirse la necrosis del páncreas, lo que genera un proceso sistémico que puede derivar en shock, fracaso multiorgánico (FMO), incluso la muerte (7).
Los autores:
Irene Hidalgo Bravo
Ascensión Martínez López
Francisco José Martínez Rojo
María Carmen Pujante Rodríguez
María José Sánchez García
[sociallocker]https://3ciencias.com/wp-content/uploads/2017/11/Estrategias-en-la-intervención-nutricional.pdf[/sociallocker]