El presente se encuentra caracterizado por un cambio sin precedentes, conocido como la Tercera Revolución Industrial, donde se va dando forma a nuevas tecnologías como las energías renovables o las herramientas digitales para la gestión y comunicación y hacia donde se ha de enfocar el futuro desarrollo profesional, para que no haya desalineaciones entre la oferta y la demanda de empleo. En cuanto al sector de la construcción, podríamos abordar la introducción de las nuevas tecnologías desde tres diferentes aspectos: la construcción energéticamente eficiente y sostenible, la digitalización y las capacidades de organización, gestión y comunicación.

Por un lado, las medidas de eficiencia energética requeridas por las instituciones son cada vez más exigentes. Según los Objetivos de Desarrollo Sostenible y las Metas Europeas para 2030, la eficiencia energética debe aumentarse en un 35%, las emisiones de gases de efecto invernadero deben reducirse en un 40% y debe lograrse una tasa de energía renovable del 35%. El nuevo desafío para el sector de la construcción es ampliar aún más el conocimiento e integrar las tecnologías ambientales modernas, así como implementar dichas medidas de eficiencia energética en los mismos, con el fin de reducir el consumo y ser más sostenibles con el medioambiente. A nivel mundial, los edificios consumen más de un tercio del total de la energía de uso final y causan casi la quinta parte del total de las emisiones de gases de efecto invernadero. Reducir el uso de energía en los edificios es un imperativo del cambio climático, pero también es una oportunidad de negocio.

Por otro lado, la industria de la construcción también está evolucionando rápidamente con las tecnologías digitales. En los últimos tiempos se está empezando a explotar el potencial de los sistemas BIM (Modelización de la Información de la Construcción) para la gestión eficiente de los proyectos de construcción. Se trata de un software capaz de representar las propiedades físicas y funcionales de un edificio de forma que se obtiene un recurso de conocimiento en un entorno tecnológico común donde la información es compartida y constituye una base fiable para las decisiones durante el ciclo de vida del proyecto, desde la concepción más temprana hasta la demolición. Este tipo de herramientas permiten ahorrar muchos costes y agilizar procesos, por lo que serán algo esencial en el futuro inminente y es importante que los aprendices del presente estén bien familiarizados con ellas.